No se vislumbra un acuerdo de paz rápido entre Rusia y Ucrania, a pesar de las declaraciones optimistas de Estados Unidos. Durante una reunión a puerta cerrada con la Unión Rusa de Industriales y Empresarios (RSPP), Vladímir Putin advirtió a los asistentes sobre la complejidad del proceso, según fuentes citadas por el canal de Telegram Faridaily.

El encuentro, que duró menos de una hora, se centró en el conflicto con Ucrania y las relaciones con Washington. Para los participantes, fue una rara oportunidad de escuchar directamente a Putin sobre la situación. "El presidente nos aconsejó que no seamos ingenuos y entendamos la cantidad de actores e intereses en juego", afirmó uno de los asistentes.

Otro participante destacó que Putin se mostró "positivo pero realista", sin un optimismo desmedido sobre la posibilidad de una resolución rápida. Una tercera fuente subrayó que el mandatario dejó claro que "este conflicto no se resolverá fácilmente".

En la parte pública del congreso del RSPP, Putin instó a los empresarios a no esperar el levantamiento de las sanciones occidentales, que calificó como un "mecanismo de presión sistémica y estratégica contra Rusia". En la sesión privada, reafirmó su convicción de que, incluso si se relajaran algunas restricciones, Occidente encontraría nuevas formas de ejercer presión sobre Moscú.

Tras el congreso, el 18 de marzo, Putin mantuvo una conversación con el presidente estadounidense, Donald Trump, para discutir la situación en Ucrania. En el diálogo, apoyó la propuesta de Trump de establecer una tregua de 30 días en los ataques contra la infraestructura energética de ambos países. En respuesta, el ejército ruso recibió la orden de suspender dichos ataques de inmediato.

El 21 de marzo, el portavoz presidencial Dmitry Peskov confirmó que "la orden del Comandante en Jefe Supremo sigue vigente y las fuerzas armadas rusas han cesado los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania".

El próximo 24 de marzo, en Riad, capital de Arabia Saudita, tendrá lugar la segunda ronda de conversaciones ruso-estadounidenses sobre el conflicto en Ucrania. La primera, celebrada el 18 de febrero en la misma ciudad, fue calificada por la parte rusa como "bastante aceptable".